CARTAS DE AGRADECIMIENTO A LOS TRABAJADORES DEL HOSPITAL UNIVERSITARIO INFANTA SOFÍA.






Muchísimas gracias por ser tan agradecidos con los trabajadores del Hospital Universitario Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, al que haré llegar vuestras cartas entrañables que nos motivan para seguir  humanizando la asistencia sanitaria. 



PERICO POL: Agradece al Dr. Mariano Iceta.

"Como usuario y paciente del Centro que dirige, querría que mostrase su interés sobre el Hospital de día de Psiquiatría, servicio de renombrado prestigio, en el resto de Unidades de Psiquiatría de la Sanidad tanto pública como privada.
Por mi parte he de agradecer la profesionalidad, la educación, la dedicación, el trato e incluso el cariño recibido de todos los componentes del Equipo los cuales en los cinco meses de tratamiento que llevo, han demostrado una capacidad de trabajo y de compromiso con los pacientes, nada habitual en la Administración, y se lo digo no desde el punto de vista de un lego, si no de un servidor público, con casi treinta años de servicio en la Seguridad Publica, la Justicia y la Docencia, y que ha sufrido y enfermado por la lucha diaria, no con los usuarios, si no con los administradores, por su falta de celo, dedicación y saber hacer.
Por otro lado, quería comunicarle algunas carestías humanas y mobiliarias del Servicio, para lograr hacerlo, si es posible, más cercano y humano, como la necesidad de un administrativo, para el control documental de pacientes y actividades y la dotación de sofás para el espacio de descanso terapéutico, que queremos crear entre todos.
No querría despedirme sin hacerle ver el trabajo más oscuro y callado del Jefe del Servicio y del Equipo de la 4ª planta (Unidad de agudos), cuya labor más dura y a veces hasta sórdida, nos salva a muchos todas las semanas del año de abandonar este Mundo, por nuestras propias manos. 
Por último, quería darle la enhorabuena y felicitarle por dirigir tan acertadamente, a estos equipos de profesionales, que demuestran día a día, la calidad y el compromiso del Servicio Público de Salud Madrileño.

Atentamente y quedando a su disposición me despido."
(copia literal)



DANIEL SÁNCHEZ GARCÍA Agradece a Dr. Javier Heras:

"Llevo tiempo deseando contar esto y creo que llegó el momento.
Hace algo mas de un año, en una revisión ginecoligica, detectan a mi mujer, un bulto en un ovario. En principio se trataba solo de un quiste que se recomendaba extirpar. Haciendo caso a los medicos así lo hicimos.
 Esta intervención se realizó en el Hospital de La Moraleja de Sanitas,ya que mi mujer disponia de este seguro médico. La operación fue por laparoscopia, resultó mas complicada de lo que parecía en un principio y la recuperación fue muy lenta y dolorosa con las consiguientes cicatrices, causadas por una no muy buena cirujia. Una vez pasado este tramite, fuimos a recoger los resultados de bulto extirpado. Al ver los resultados, el Dr. Gomez Montoya (Hospital Sanitas La Moraleja), resultó sorprendido al ver que se trataba de un Adenocarcinoma (Cancer muy peligroso) mas aparecido en el colon, mama o pulmón, pero muy extraño para un ovario. Nos estuvo explicando, en lenguaje medico, lo peligroso que era este tipo de cancer y que tendría que tratar con Ginecologia Oncológica para ver la opción para su cura.
En dos días nos volvemos a reunir con el Doctor y una Doctora (no recuerdo el nombre) que era especialista en Ginecoligia Oncologica. Su decisión era el extirpar todo el aparato reproductor de mi mujer ( ovarios, trompas, utero, etc. ) de inmediato (2 días). Esto suponia el anular por siempre la ilusión de poder tener descendencia, cosa que queríamos. Salimos del Hospital con la moral por los suelos y os puedo asegurar que fue el peor momento de mi vida. Me bloquee y no sabia como reaccionar. Deseo que nunca paseis por esta situación.
Tras comentar con mi mujer decidimos buscar una segunda opinión, con pocas esperanzas la verdad. Nos dirijimos al Hospital Infanta Sofia de San Sebastian de los Reyes, sin cita. Allí nos atendió el
Doctor Javier Heras. Tomo el tema como suyo propio, digno de un profesional. Nos solicitó todo tipo de información, analisis, cristales de muestra del bulto extirpado, etc. . Estos cristales nos costo mucho conseguirlos, ya que el laboratorio que trabaja para el Hospital La Moraleja de Sanitas, no esta en el mismo centro, si no a casi 15kms de distancia y es un mensajero el que se encarga de recoger las muestras en el Hospital y trasladarlas a este laboratorio.
Pues bien, una vez analizado el bulto extirpado y tratado en el comite de medicos entre Oncologos y Ginecologos, optan por una cirujia conservadora y nos plantean el extirpar solo el ovario que ha estado en contacto con el bulto y las trompas de ese lado. La operación se realiza con exito y sorprendentemente la recuperación es muy rápida y las cicatrices casi invisibles, todo lo contrario que en la primera operación. Bueno, pues una vez analizado el ovario, y cogido muestras de los organos adyacentes, comprueban que no hay nada afectado por ese "adenocarcinoma" y por lo tanto no es necesario mas que revisiones periodicas.
Lo que en un Hospital era un drama, en otro se convirtió en una oportunidad de conseguir algo deseado.
Hoy estamos a la espera del nacimiento de dos niñas y muy ilusionados. Agradecidos al Servicio Médico del Hospital Infanta Sofia en especial al Doctor Heras.
Creo que es conveniente compartir este caso personal con vosotros con el deseo que nunca os ocurra y para que nada ni nadie os quite la ilusión y las ganas de vivir.
Gracias Rebeca, porque tu fuiste quien me dió fuerza. — con Rebeca Loré."

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Luz Díaz agradece a los servicios de urgencias, 6ª planta de las torres 2 y 3 

Hay veces en que, en los malos momentos del camino, aparecen inesperadamente luces que hacen más fácil lo difícil. Ayudan, dan calor, amor y energía cuando más lo necesitas. Uno de esos malos momentos fue el pasado 10 de febrero, ya que trasladaron al servicio de Urgencias del Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes a mi padre, Salvador Díaz Pulido, porque estaba muy débil. No puedo agradecer con palabras el comportamiento, apoyo y ayuda que recibimos por parte del equipo de Urgencias en esos dos días previos a su fallecimiento, en especial, a la enfermera Jose Abel.

 Un hospital es un sitio frío y triste si tienes dentro a alguien a quien quieres y de cuya salud se espera lo peor, pero, como esas luces del camino de las que hablaba al principio, estas personas de gran corazón consiguieron hacernos más fácil la despedida. Nos facilitaron todo lo que necesitábamos, nos apoyaron y estuvieron pendientes en todo momento de que nos preocupáramos solo de lo más importante: estar junto a él. También me gustaría agradecer la atención y cuidados que recibió en la planta 6ª de las torres 2 y 3 del mismo hospital, donde estuvo ingresado anteriormente. Y, cómo no, nunca olvidaremos a su doctora, Pilar Bayó, y a su enfermera, Mariana Martín, por todos los años que han estado cuidando de su salud. Gracias de todo corazón.
(copia literal)
Luz Díaz.




Txema Fernández agradece al  Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes

El martes de la semana pasada pude leer un artículo en la versión digital de El País donde se señalaba que la satisfacción general de los usuarios con el sistema público de salud encadena dos años de descenso según el Barómetro Sanitario del Ministerio de Sanidad, con una nota media para el conjunto del sistema que había bajado del 6,59 en 2011 al 6,57 en 2012 y el 6,41 en 2013. La opinión de los 7.800 entrevistados que conforman la muestra elegida por el Centro de Investigaciones Sociológicas es sin lugar a ninguna duda algo a tener muy en cuenta. Sin embargo la conclusión choca bastante con la opinión que me he ido conformando de la sanidad pública durante los últimos años.
Podría contaros todas mis experiencias durante este último año desde que mi hija tuvo problemas con sus pequeños bronquios pero me centraré en contaros mi experiencia de la semana pasada. El mismo martes que El País publico esa noticia, antes de leerla, tuve que ir a hacerme un análisis al Hospital Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, uno de esos centros que la Comunidad de Madrid quería privatizar su gestión y que gracias a la Justicia se paralizó.
Me acordé providencialmente de que tenía que hacerme análisis de sangre. Mi suegra estuvo en el médico el lunes y entonces me acordé que yo tenía que haber ido. Miré en el cajón donde guardo todos estos papeles y justo la cita la tenía al día siguiente. El problema es que había quedado a desayunar con una persona a las 8:30 en Azca y pensaba que no me iba a dar tiempo. Tampoco me voy a centrar en este tema, aunque podría haberlo hecho.
Me tocó el turno para entrar en la sala de extracciones. Allí me esperaba una simpática enfermera que me invitó a dejar la chaqueta en el perchero que había en el módulo donde ella estaba. Me preguntó mi nombre completo porque no le figuraba completo en sus listados y se permitió en hacer un comentario gracioso porque mi segundo apellido tiene cierto aire nobiliario. Me preguntó si me mareaba ya que si así era iba a tener problemas debido a mi complexión. Una chica muy simpática. Me avisó del pinchazo de avispa que iba a sentir y extrajo los tres tubos de sangre. Después al ponerme el esparadrapo me advirtió que me iba a acordar de ella cuando me lo quitara y realmente es ahora, cuando estoy escribiendo estas palabras, cuando me acuerdo del “buen rollo” transmitido por esta enfermera.
Pero no es algo aislado en este hospital. La enfermera que estaba en el módulo de al lado también estaba teniendo una conversación muy agradable con el padre y la niña que allí estaban. Si quererlo, o quizás intencionadamente, creaban un ambiente donde sacarse la sangre era lo de menos. A mi no me causa ningún tipo de tensión sacarme la sangre pero entiendo que hay mucha gente que no le gusta. Ellas, seguramente hay también enfermeros, consiguen que pase a un segundo plano. Son capaces de humanizar un servicio que en un principio es desagradable, ya sea porque te sacan sangre o porque estás ahí por algún motivo que te preocupa.
Pero no solo es la enfermera del módulo de al lado. Cuando vas a citarte a la planta 1 a citarte para la especialidad que sea, el trato que te dan todas las personas que están allí es con una sonrisa y extremadamente agradable. Da gusto ir a pedir cita y eso que como siempre en la sanidad pública hay que esperar un “poquito”. Es algo que supuestamente no tienen la obligación de hacer porque realmente nadie se espera este trato tan cercano en un centro público, pero aquí es algo normal.
Pero no solo es la sala para concretar citas. Hemos tenido que ir con las enanas en varias ocasiones a urgencias. El trato en mi opinión es inmejorable, y mi mujer también está de acuerdo con esto. Siempre hablamos maravillas de ellos y aunque parezca contradictorio tienes un recuerdo muy positivo en estas circunstancias que no son muy agradables. Incluso después de 7 meses la doctora se acuerda de que tu hija tuvo el mismo problema tiempo atrás y que ella la atendió también aquella vez. Algo que solo esperas con su pediatra de toda la vida.
Pero no solo es con el trato recibido en urgencias. Que el neumólogo infantil que atendió a mi hija Carla te eche la bronca cuando llegas tarde porque eso perjudica al resto de pacientes deja claro la orientación al bienestar del paciente que tienen. Y eso que llegamos tarde porque no pusieron la cita para hacernos la radiografía de los bronquios de mi hija 10 minutos antes y nos dijeron que no nos preocupáramos por ello al decirles que teníamos cita. Ese mismo neumólogo consideró oportuno tramitar una radiografía meses antes a través de urgencias aprovechando que mi hija no había tenido mocos en cierto tiempo y que iba a permitirle ver una imagen clara de sus bronquios no distorsionada por los catarros.
Este mismo médico comentó el caso de mi hija a sus colegas del Hospital de La Paz en unsimposium de su especialidad. Esos colegas fueron quienes hicieron la broncoscopia a mi hija el pasado mes de junio y antes de hacérsela ya conocían ciertos detalles del caso.

Y todo esto después de deciros que solamente iba a contaros el caso de la extracción de sangre del martes pasado pero a que después de todos estos detalles pensáis que todo esto es realmente alucinante y conforman una auténtica experiencia de cliente dentro de un servicio público, algo que muchos pueden llegar a considerar como el agua y el aceite, que nunca se mezclan. Lo único que me gustaría saber es si todo esto es fruto de una política instaurada por la dirección del hospital o simplemente es causa de una multitud de coincidencias. Tampoco tengo claro cual me gustaría que fuera la respuesta.
(copia literal)
Txema Fernández.



Siempre me habéis oído decir que los pacientes son muy agradecidos y así lo sigo pensando pues cada día nos lo demuestran y nos motivan con estas entrañables cartas.


Gracias por elegirnos, gracias por venir a "Nuestro Querido Hospital" que es también suyo y Felices Navidades y Próspero Año Nuevo!!!

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